Veikko Somerpuro aplica sus conocimientos de filosofía y estética ampliamente en su trabajo como fotógrafo. Cada situación fotográfica es diferente: un fotógrafo de excelencia no debe tan solo dominar la técnica de la cámara, sino que también debe tener una visión profunda sobre la idea de la foto y poseer habilidades interpersonales para comunicarse con la persona que va a ser fotografiada. Somerpuro está agradecido por el hecho de que haya llegado a ser fotógrafo autónomo por casualidad: está convencido de que a través de las fotografías crea contenidos valiosos para sus clientes. Esto es algo que, en su opinión, nunca podría hacer con la pluma.