Jussi Nuorteva ha sido activo en los más diversos campos científicos, como lo demuestra el comienzo de su trayectoria científica: su primera tarea al servicio de la ciencia consistió en recoger pulgas en nidos de cisnes. Esta tarea, sin embargo, no le produjo el prurito por las ciencias naturales, sino que se decantó por el humanismo. Por otra parte, la historia de la ciencia le ha ofrecido un excelente panorama sobre las ciencias en su conjunto. Nuorteva se siente tan a sus anchas en tareas de comunicación científica y trabajo en organizaciones como en prisiones, cafeterías del Cairo o Damasco o escarbando en archivos y bibliotecas.