El profesor Jörg Tiedemann está convencido de que la información debe ser abierta y libre, y para sus objetivos también debe ser multilingüe, paralela y alineada. Aprender a traducir a partir de la información dada es fascinante, pero las traducciones humanas contienen tanta información lingüística más implícita que Tiedemann se empeña en coleccionarlas. La tecnología lingüística moderna se beneficia enormemente de este tipo de recursos, pero también otras disciplinas humanísticas los usan con cada vez más interés. La clave para el éxito es hacer que estos recursos sean disponibles libremente.