Erik Tawaststjerna iba a ser matemático, pero su naturaleza humanista y sus dotes musicales hicieron que optara por la música. Muchos conocen a Tawaststjerna por sus estudios de Sibelius, de quien habló al gran público también en su popular programa de radio a partir de la década de los 60. Tawaststjerna era una personalidad excepcional: pedante en su profesión, pero al mismo tiempo un auténtico caballero, que sentía un interés genuino por las personas que llegaba a conocer. Su encanto personal causó una impresión inolvidable a muchos de sus contemporáneos.