Afortunadamente estudié antes de las “reformas”. Lo más difícil fue el comienzo, por lo menos en mi caso. Probé varias especialidades, lo que fue posible gracias a la libertad académica de los años 60, al contrario de hoy. Me encanta estar jubilada. Puedo investigar, pero no tengo responsabilidad de rentabilidad. Mis logros benefician al Departamento. ¡Me alegro de haber podido firmar contrato de Profesora Emérita con la Universidad!