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Elina Suomela-Härmä

Helsinki, 30.11.1946

Máster en Filosofía y Letras 1970, doctora en Filosofía y Letras 1981, Universidad de Helsinki

Profesora adjunta y asistente en funciones de Filología Románica 1972-1981, asistente 1981-86, doctora habilitada 1984, profesora adjunta 1987-1992, catedrática de Filología Italiana 1998-2014

Investigadora nombrada por la Academia de Finlandia 1985-1987 e investigadora senior 2006-2007

Profesora agregada y catedrática de Lengua Francesa de la Universidad de Tampere 1992-1998, profesora agregada visitante de Lengua y Cultura Finlandesas de la Universidad III de París 1988-1991, profesora agragada de Literatura y Lengua Francesa Medieval de la Universidad VII de París 1994-1996

Publicaciones, proyectos de investigación y otras actividades científicas

Temas de investigación: literatura medieval francesa; pragmática y literatura del litaliano moderno, traducción italo-francesa especialmente del siglo XVI

Distinciones y méritos especiales
Condecoración de primera categoría de la Orden de a Rosa Blanca de Finlandia
Chevalier des Palmes Académiques (Francia)
Cavaliere dell’Ordine “Stella della Solidarietà italiana” (Italia)
Presidenta de la Asociación de Profesores de Italiano de Finlandia 1980-1985
Presidenta de la Sociedad Dante Alighieri de Helsinki 1998-2008
Miembro de la Academia de la Ciencia de Finlandia 2002-
 

Texto: Elina Suomela-Härmä
Traducción: Taina Hämäläinen

La lengua italiana en Finlandia antes y ahora

En su obra De vulgari eloquentia (hacia 1303) Dante Alighieri discurre acerca de la lengua en que Dios habló a Adán. En cuanto a la suscrita, me interesaría más modestamente saber quién fue el primer finlandés que se expresó en italiano. Al parecer, uno de los primeros textos en italiano escritos en Finlandia,  quizá incluso el primero, es una felicitación escrita a.D. 1660 por una persona llamada Claes Agraeus alias Claudius Åkerman y dirigida a su compañero de estudios llamado Ericus Falander. Ambos, tanto Agraeus como Falander, se doctoraron el mismo año por la Academia Real de Turku bajo la dirección del profesor Olof Wexionius, titular de la cátedra de Derecho. Hacia el mismo tiempo un tal Michel Stochado, maestro de lengua italiana, daba clases en la Academia, y posiblemente Agreus alcanzó su dominio del italiano precisamente gracias a él. La traducción literal de la felicitación –que tiene hasta el nombre del autor en su forma italianizada– sería la siguiente: Oh Falander, tú que eres tan buen estudiante y tan trabajador (¿), que que una corona de flores sea tu regalo. El autor de estas líneas, dedicadas a su magnífico amigo, es Claudio Agraeus.

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 Cuando se organizó en la Universidad de Helsinki en junio de 2012 el XII Congreso de SILFIN (Società Internazionale di Linguistica e Filologia italiana), más de cien italianistas, en su mayor parte de Italia, llenaron las salas y pasillos de Metsätalo. Durante aquellos días una persona ajena bien hubiera podido creer que esta lengua, que hace relativamente poco tiempo era todavía tachada de “infrecuente” en Finlandia, había llegado a ser la tercera lengua nacional…

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